El Color del Dinero: La Película

El color del dinero es una película dramática de 1986, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Paul Newman, Tom Cruise, Mary Elizabeth Mastrantonio, Helen Shaver, John Turturro, Bill Cobbs.

El Color del  Dinero es una secuela relativamente mejor que la original, que destaca en varios aspectos: en la relación entre los personajes; en la forma en que se cuenta el lado deportivo, es decir a través de una dirección poliédrica e intensa que hace que cada detalle del billar sea espectacular; en lo complicado de sus personajes, también scorsesianos en su estar dentro de una jaula emocional que les hace decir y hacer lo que no querrían y tampoco querríamos los espectadores, metidos en la historia y acostumbrados a la búsqueda de un final feliz .

La maestría de Martin Scorsese extrae algunas peculiaridades de una película bien escrita desde el principio.

El Color del Dinero: El Argumento

Eddie Felson comercia con licores, pero hasta hace veinte años había pocos como él en el billar. Desde entonces no ha vuelto a coger su querido taco. Una noche, en una sala de juego llena de humo, ve en Vincent Lauria a un joven algo descarado con cualidades excepcionales. Vincent viaja por Estados Unidos con Carmen, su novia, y gana alegremente, pero es demasiado impetuoso y le falta reflexividad y cierta astucia. Los dos llegan a un acuerdo: a partir de ese momento harán una gira juntos de un lugar a otro y Eddie se encargará de toda la organización, reservándose el 60% de las ganancias del chico. Sin embargo, este último tendrá que aprender mucho, sobre todo aprender a perder en el momento adecuado, para atraer a competidores bien dotados a su mesa de billar. Entre fortunas debidamente buscadas y alternadas, el trío viaja y Eddie cobra: la experiencia de uno equilibra el candor y la impetuosidad del otro. En un gran torneo entre campeones, Vincent pone en práctica las enseñanzas de su maestro y ahora persigue ambiciosas metas por su cuenta, espoleado por Carmen, para quien ahora lo que cuenta es la fama y los dólares, mientras que Eddie representa un momento desfasado. Pero Eddie ha recuperado la confianza en sí mismo y, poniéndose unas gafas de presbicia, vuelve a empezar pacientemente casi desde cero, entrenando como un novato con renovado entusiasmo.